No tienes que ir donde no quieres estar para llegar donde quieres estar. Puedes ir desde donde estás hacia donde quieres estar.

–Abraham

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Logra primero la esencia vibratoria de tu deseo –y luego, por la rendija de menor resistencia la manifestación será cumplida… trabaja en la esencia del sentimiento de libertad; trabaja en la esencia del sentimiento de poder; trabaja en la esencia del sentimiento de Bienestar. ¿Y cómo haces eso? Lo puedes imaginar como que ya ha sucedido y pretender como se sentiría cuando ya es de esa manera. O, puedes buscar cosas en tu vida que ya son así y tocar el tambor de esas cosas hasta que toquen un mayor porcentaje del tiempo, en la señal vibratoria que estás emitiendo.

–Abraham

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Ustedes son seres individuales con talentos especiales, y sería bonito si los maestros tuviesen el tiempo, o si los padres estuviesen al tanto, o tuviesen la habilidad de ver a los niños como esos seres individuales y especiales que son. Así, en lugar de encasillarlos en una categoría, estuviesen apreciando la percepción especial que cada niño trae a este mar de diversidad y contraste, el cual es la substancia de donde viene la creación.

–Abraham

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Logra la realización fácil de tus ideas

Logra la realización fácil de tus ideas

Entonces aquí viene este pensamiento, esta idea, y justo con ella, tan cerca de ella, que pensarías que sucedió simultáneamente, sientes la emoción de ella. Porque su emoción es el indicador de la brecha de la vibración de tu pensamiento y la vibración del pensamiento de tu Fuente. Así que cuando sientes euforia estás ahí mismo, no hay ninguna brecha, estás ahí mismo y es por eso que recibes ese pensamiento, es por eso que la idea es tan fuerte.

La Ley de la atracción predomina y cuando se te dice “Pide y se te dará,”  no existe una declaración más poderosa que esté en el núcleo de lo que hace que las cosas sucedan. Ahora ¿cómo es que piensas que pides? ¿con tus palabras? El universo no escucha palabras. Pides con tu deseo. El deseo que nace del contraste. Ese deseo. Ese querer. Eso es lo que convoca la Fuerza de Vida.

–Abraham

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